Una estrategia de social media forma parte del plan que incluye aquellas acciones detalladas que se van a llevar a cabo para alcanzar los objetivos de marketing de la empresa.
Y es que tener presencia online conlleva una serie de ventajas y desventajas de las redes sociales para las empresas, ya que, si no se gestionan de la forma correcta, puede conllevar a una crisis de reputación online.
Si estamos creando una estrategia de social media para un cliente lo primero debemos de hacer es conocer su meta, es decir, qué pretende alcanzar.
Es realmente importante haber establecido previamente la meta porque ésta delimitará posteriormente los objetivos para alcanzar esta meta, así como las estrategias y acciones necesarias para su consecución.
Estrategia de contenidos
En el entorno online, una estrategia de contenidos sirve para determinar qué valor vamos a aportar a nuestros usuarios, a través de qué canales, en qué formatos y en qué tiempos.
Una buena estrategia de contenidos debe contener información sobre el público al que va dirigida, el calendario, qué temáticas se van a tratar, con qué tono, en qué formato y a través de qué canales.
Una buena estrategia de contenidos está enfocada a los objetivos que tienes tú o tu organización.
Es más fácil desarrollar una estrategia de contenidos si tenemos muy claro cuál es el objetivo: No todos los tipos de contenido ni todos los canales son óptimos para la consecución de un objetivo.
Por ejemplo, whitepapers o e-books pueden ser buenos para la generación de bases de datos de e-mails, es decir, leads y conversiones. Sin embargo, si preferimos aumentar el tráfico en vez de los leads, quizás sea preferible trabajar con infografías, vídeo y contenido gratuito que permita generar links y mejorar el SEO del dominio.