No te dejes llenar la cabeza de ideas milagrosas, no funcionan. Mejor aprende a desarrollar un buen modelo de negocio basado en la realidad.
El éxito es algo que la mayoría queremos alcanzar, ya sea de forma personal, económica o profesional; es más, la sociedad nos presiona tanto a lograrlo que si es posible hacerlo de forma rápida, mejor.
Al emprender, tanto tú como la gente a tu alrededor espera que tu negocio crezca y te haga millonario en un abrir y cerrar de ojos. Pero, si sabemos que emprender es un camino que requiere tanta disciplina, ¿Por qué empeñarnos en creer métodos milagrosos? Todo es debido a los mal llamados ‘’gurús’’, que en el caso del marketing digital, hacen creer a sus seguidores que con una publicación en Instagram y usando influenciadores van a lograr que su marca se viralice.
Y es que estos falsos dioses no solo existen en el ámbito de la publicidad, también existen gurús de emprendimiento que te aseguran la forma de ganar millones en pocos días; otros que te llevan al crecimiento emocional en tan solo minutos. Sea cual sea el ámbito ¡No creas en gurús!
La razón para no creer en los testimonios de estos iluminados, es que no existen métodos milagrosos para lograr algo, lo que sí existe son personas que aprenden rápido y comunican su aprendizaje para enseñarte a no repetir los fracasos que ellos tuvieron. ¿Cuál es el problema de esto? Que cada persona o emprendimiento tiene un proceso, propósito y objetivo diferentes, es decir, que le haya funcionado a una persona no significa que necesariamente te vaya a funcionar.
Las estrategias y tácticas de marketing digital, aunque no ofrecen un milagro que te llene de ilusión, te brindan herramientas acorde a tus objetivos para que puedas alcanzarlos y medirlos en resultados, no en mitos. Con el fin de que estas estrategias y tácticas hagan que tu empresa alcance sus objetivos deben estar basadas en un plan de negocio, pero ¿Cómo hacerlo?
¿Qué es un modelo de negocio?
Un modelo de negocio es el plan bajo el cual tu producto va a llegar a las personas de manera coherente; este debe estar estructurado bajo el objetivo general utilizando algo que todos tenemos: sentido común. Las personas deben poder tener la capacidad de comprar tu producto para que logres tus objetivos.
Lo primero es que debes tener tu objetivo general perfectamente definido: ¿Cuál es tu idea? ¿Qué ganas con ella? ¿Por qué quieres vender esto? Es fundamental contar con una respuesta clara a estas preguntas, pues bajo ellas se estructuran los seis elementos que necesitas para que tu modelo de negocio llegue a feliz término.
¿Cuáles son estos elementos? Producto, plaza, promoción, precio, indexación y pasarela de pago. ¡No te preocupes! Vamos a definir cada uno de ellos.
- Producto: Es el servicio, o bien que le vas a ofrecer a tus clientes, aquello que tu empresa comercializa supliendo una necesidad.
- Plaza: ¿Dónde vas a vender tu producto? Debes tener clara una ubicación geográfica y una audiencia que lo adquiera. No solo pienses en un punto físico, también debes tener en cuenta las diferentes plataformas de e-commerce que vas a usar.
- Promoción: El canal por el cual vas a vender tu producto, debes definir esto según su audiencia, pues dependiendo de los hábitos de esta sabrás si es más efectivo vender mediante una página web o redes sociales.
- Precio: No solamente se refiere al valor por el cual vas a vender tu producto, también enmarca todos los costos relacionados con producción, empaque, transporte y publicidad. También debes tener en cuenta el poder adquisitivo de tu audiencia para este elemento.
- Indexación: ¿Cómo vas a describir tu producto? Recuerda que en páginas web es necesario estructurar la información y el contenido de una forma en la que los motores de búsqueda lo consideren contenido valioso y pueda posicionarse de manera orgánica.
- Pasarela de pago: Aunque parezca obvio, es necesario que definas cómo tus clientes van a pagar por tu producto. ¿Mediante tarjetas de crédito o débito? ¿Transferencias bancarias? Para adherir estas plataformas a tu negocio debes seguir ciertos trámites que deben estar al día para cuando tus clientes quieran comprar.
Cuando tienes estos elementos definidos, es momento de presentar tu idea a un grupo objetivo que te muestre el funcionamiento de tu idea para que puedas empezar tu desarrollo. De esta manera podrás plantear de forma táctica cuánto puedes vender y el tamaño del mercado que está dispuesto a comprar tu producto.
Algo último a lo que debes darle importancia es el tamaño del mercado de tu sector, ¿Sabes qué tan grande es? Adicionalmente, debes conocer qué porcentaje de este está dispuesto a comprar tu producto y cuántos tienen los medios para adquirirlo.
Ahora quiero preguntarte: ¿Necesitas un gurú del marketing? Teniendo claridad en tu modelo de negocio, no lo necesitas, pues no requieres de milagros para hacer que las cosas sucedan, ya que lo estas haciendo basándote en tu plan estratégico.
Recuerda que nadie puede explicarle a tu equipo cómo lograr objetivos mejor que tú: la idea y el producto salieron de ti. Apasiónate por tu producto, por seguir tus instintos y tu plan, no trates de buscar tácticas milagrosas, pues tu equipo será quien se encargue de definir el camino ideal para lograr tus metas.
